Sin semáforos y con 5G: la ciudad del futuro busca eliminar los embotellamientos

Los coches sufrirán menos atascos y serán más ecológicos gracias al 5G: estarán conectados con las infraestructuras y reducirán, por eso mismo, las emisiones y el riesgo de accidentes. Partiendo de la premisa de que la conducción autónoma no es suficiente por sí sola, el proyecto 5G NetMobil —uno de los más ambiciosos del último lustro— apuesta por la “conducción táctil en red” mediante la comunicación instantánea para lograr con ello un tráfico fluido y eficiente. Si un sensor no forma parte de una malla, no resulta tan útil como podría.
Empresas automovilísticas, compañías de telecomunicaciones y universidades forman parte de los 16 socios (entre ellos BMW, Volkswagen, Bosch, Deutsche Telekom, Vodafone, Nokia y la Universidad de Dresde) que han colaborado para desarrollar y estandarizar soluciones que llegarán a la carretera a corto, medio y largo plazo, basadas todas en las redes 5G o en wifi ITS-G5, las tecnologías de la nueva movilidad. Por ejemplo, asistentes de intersecciones, sistemas inteligentes de control del tráfico y lo que los responsables del proyecto llaman “pelotones de alta densidad”, esto es, convoyes de camiones que se desplazarán por la autopista entrelazados.
La idea base del 5G NetMobil era eliminar la limitación fundamental de los sistemas autónomos actuales, que solo utilizan la información obtenida por los sensores instalados en el vehículo. Y para eso se necesita lo que ofrecen las redes 5G: la capacidad de transmitir una cantidad ingente de datos sin fallos y al instante, de vehículo a vehículo y de los vehículos a las infraestructuras. De este modo, un centro de control inteligente podrá recoger y distribuir en milisegundos todo lo que genere una gran maraña de emisores: cámaras de vigilancia, sensores de vehículos y sensores meteorológicos, por ejemplo, que crearán una gran red virtual para facilitar las decisiones.
Después de tres años de investigación sobre el terreno, los resultados “allanan el camino hacia la producción en masa” de software y sensores. “Este trabajo beneficia especialmente a los usuarios de la carretera. Los conocimientos adquiridos favorecerán la estandarización de las infraestructuras de comunicaciones”, asegura Frank Hofmann, experto en 5G y conectividad de Bosch y coordinador de 5G NetMobil.
Asistentes de cruces
Una de las principales aplicaciones posibles son los asistentes para intersecciones. Mediante sensores de radar, LiDAR y cámaras, los vehículos modernos controlan todo lo que ocurre a su alrededor, pero no pueden ver lo que pasa al doblar la esquina. 5G NetMobil ha estudiado cómo aprovechar los datos generados mediante la comunicación directa de vehículo a vehículo (V2V), de vehículo a infraestructura (V2I) y de vehículo a red (V2N). Esta capacidad permite, por ejemplo, desarrollar un asistente de cruce, en apariencia sencillo: una cámara detecta a los peatones y ciclistas y, en apenas 40 o 50 milisegundos, advierte de su presencia a los vehículos para evitar situaciones críticas, e incluso activa los frenos de emergencia en caso necesario.
Pelotones de alta densidad
Con este nombre tan llamativo, 5G NetMobil denomina una aplicación clave de las redes 5G: conectividad para el tráfico de mercaderías. A no mucho tardar habrá convoyes de camiones controlados de forma inalámbrica y que circularán, uno detrás de otro, a la menor distancia posible. Estas caravanas de trailers automatizados viajarán por autopista a menos de diez metros el uno del otro para mejorar la aerodinámica y reducir los costes, salvo que la latencia aumente: si falla la cobertura (y por tanto la transmisión de datos es algo más lenta), los camiones se separarán para ampliar la distancia de seguridad.