Provincia: obras para ampliar aulas y hasta pupitres en una capilla, así se preparan las escuelas para volver a la presencialidad cuidada

Pupitres en una capilla, demolición de paredes para ampliar ambientes y comunicación a los alumnos para que lleven al colegio sus propias viandas. Esas son algunas de las escenas que se viven en las escuelas privadas de la provincia de Buenos Aires, donde, contra reloj, trabajan para adaptarse a los nuevos lineamientos para volver a una presencialidad cuidada y con extensión de la jornada escolar, tras las vacaciones de invierno.
Lucía Monsegur, directora del colegio Michael Ham, en Vicente López, que mantenía una combinación enseñanza virtual y presencialidad hasta el 8 pasado, enfatizó: “Transformamos incluso la capilla en un aula. Celebramos que podamos asistir toda la jornada de ocho horas. También realizamos obras y demolimos paredes divisorias para poder ampliar las aulas y que quepa el curso completo de 30 alumnos y solucionar el problema de falta de recursos humanos”.
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Como aún, por protocolo, los comedores deben estar cerrados, en el colegio idearon un “pack lunch”. “El concesionario [del comedor] entregará la vianda a los alumnos en la puerta del aula y los padres pueden hacer su encargo o prepararle una a los chicos”. Por otro lado, además, se priorizará que los estudiantes de cada burbuja no compartan los espacios con otros grupos durante los recreos. “Que no se mezclen entre los cursos es primordial, por lo que cada grupo tendrá su recreo en un lugar determinado de la escuela. Los baños también estarán sectorizados”, agregó Monsegur. Y añadió que se habilitarán los campos de deportes también como espacios para que los chicos puedan comer. El desafío logístico es que, afirmó, de haber un caso positivo de un docente de la escuela secundaria, el rastreo sería más complejo dado que cada maestro dicta su materia en distintos grupos.
“Somos conscientes de que la pandemia persiste y por ello tenemos que cuidarnos más que nunca para mantener esta presencialidad que se logró. Era muy necesaria para la salud de nuestros alumnos, nuestros maestros y para toda la nación”, señaló Carolina Bengochea, directora del St Nicholas’ School, en Olivos. Este centro también adaptó espacios comunes, como el salón de actos, para utilizarlos como aulas. “Priorizamos la importancia de que los chicos estén juntos, cumpliendo el distanciamiento social. El ingreso y el egreso se realizarán por distintas puertas del centro y en lugar del comedor haremos un picnic en los salones. El lema 2021 es que entre todos nos cuidamos”, indicó.
Teresa De Stefano, directora de Relaciones con la Comunidad del colegio Northlands, indicó que también adaptaron espacios de uso común y los transformaron en aulas: “La biblioteca, los laboratorios, incluso el gimnasio. Por suerte, contamos con una dimensión espacial importante y pudimos destinar recursos para amoldarnos al protocolo. Estuvimos trabajando todas las vacaciones de invierno, entre personal de mantenimiento, docente y administrativo. Nuestra prioridad es recibir a todos los chicos todo el día”.
“La restricción de cuatro horas de la jornada lectiva en las escuelas era muy limitante, sobre todo para los jardines maternales y para el diseño curricular de secundaria”, dijo Martín Zurita, secretario ejecutivo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba). Y completó: “Pero la mayoría de las escuelas mantendrán la bimodalidad por una cuestión espacial, dado que no alcanzan los metros cuadrados en las aulas para mantener el distanciamiento social incorporando a más alumnos en un mismo grupo. Tampoco cuentan con el personal docente requerido”.
Los detalles del protocolo
“A partir de la incorporación de los medidores de dióxido de carbono en todas las escuelas estatales, realizamos nuevas recomendaciones para monitorear la ventilación adecuada de los edificios escolares, procurando la mayor comodidad térmica”, destacaron fuentes de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires. Estas recomendaciones implicarán la apertura de cinco centímetros de puertas y ventanas, la distancia de 1,5 metros entre los alumnos y de dos metros con el docente, además del uso permanente del barbijo y de alcohol en gel. El ingreso, además, será de forma escalonada.
Algunos de los puntos del Plan Jurisdiccional son:
- Alumnado y personal docente. El uso del tapabocas es obligatorio para alumnos a partir del nivel primario y para los docentes, que además usarán máscaras de acetato. El distanciamiento social deberá ser de 1,5 metros entre cada alumno y de dos metros en relación con el profesor. El personal docente deberá mantener actualizado el permiso de la aplicación Cuidar. Los alumnos deben entregar una declaración jurada firmada por la persona adulta responsable.
- Espacio escolar. La ventilación natural en las aulas debe ser permanente y, si las condiciones climáticas lo dificultan, se podrán abrir cinco minutos en intervalos de cada 20 minutos. Habrá ingresos y egresos escalonados para evitar concentraciones, controlando la temperatura en la entrada de cada persona, con una máxima de 37.4°C para acceder a la escuela. Se realizará la limpieza y desinfección de los espacios comunes de manera constante.
- Comedores. Permanecerán cerrados por el momento.
La ciudad
A diferencia de la Provincia, la Ciudad propone que todos los alumnos de un grado o año compartirán el espacio. Aún el gobierno porteño continúa redactando el protocolo que se implementará el lunes con el regreso pleno a la presencialidad. Sin embargo, voceros de la Junta Nacional de Enseñanza Privada (Junep), que aglutina a los establecimientos, señalaron: “El ingreso [será] de forma escalonada. El lunes apenas habrá cambios, debido a que se irá informando a los padres de los chicos. El 2 de agosto comenzarán los cursos más esenciales, como 1° y 6° año; la semana del 9 se incorporarán más cursos y el 17 entendemos que habremos vuelto a lo que sería la normalidad en las aulas. Se trata de no mezclar los cursos, pero también de preparar adecuadamente al personal de mantenimiento e higiene, que son tareas fundamentales en este contexto”.
Además, desde Junep destacaron la importancia de retomar las clases presenciales: “El riesgo en los colegios fue casi mínimo anteriormente y los contagios no se daban en la escuela. Cada vez va a haber más alumnos vacunados. Antes los chicos iban llorando al colegio y ahora vienen por sí solos, contentos. Lo que era un castigo, la escuela, ahora se valoró como una necesidad”.
Fuente La Nacion