Qué es el «oro líquido» que se esconde en los bosques de España

Allí, en medio de la Tierra de Pinares y la Sierra de Gredos, un espeso bosque de 400.000 hectáreas de pinos resinosos se extiende hacia las montañas.
Protegido del cálido sol español y bordeado de senderos, este bosque es un destino popular para locales y turistas.
Y, si lo visitas en la época adecuada y observas con detalle, verás a trabajadores junto a los troncos de los árboles llevando a cabo la tradición centenaria de recolectar el «oro líquido» del pino.
Un mercado en auge
La resina de pino fue utilizada por diferentes civilizaciones durante miles de años.
Pero según Alejandro Chozas, profesor del departamento de ingeniería forestal de la Universidad Politécnica de Madrid, no fue hasta los siglos XIX y XX cuando la extracción de resina de pino se volvió rentable en esa región española.
Cuando la tecnología y la industrialización ayudaron a convertir la savia espesa en plásticos, barnices, colas, neumáticos, caucho e incluso aditivos alimentarios a mediados del siglo XIX, los propietarios de los densos bosques de Pinus pinaster de Castilla y León vieron una oportunidad.
Los trabajadores empezaron a cortar la corteza de los pinos de resina en toda la región para recolectar la valiosa savia.
Y aunque este lento proceso se detuvo en gran parte del mundo, en la última década ha experimentado un renacimiento en Castilla y León, el lugar con más fabricantes de resina en toda Europa y uno de los últimos en el continente donde persiste esta práctica.
Al atraer a más jóvenes a vivir y trabajar en estos pueblos rurales, Rodríguez cree que la región podría ver un aumento en el ecoturismo.
Para contribuir a que esto sea una realidad, la zona rica en resina del Valle del Tiétar (Ávila) se ha postulado recientemente para convertirse en Reserva de la Biosfera protegida por la Unesco.
También hay varios museos donde los visitantes pueden ver las tradicionales cabañas donde dormían los primeros trabajadores y apreciar herramientas antiguas, y varias empresas ofrecen recorridos guiados por la «Ruta de la Resina».
Los fines de semana, estos frondosos bosques pueden llenarse con el sonido de los pasos de los turistas que vienen para escapar del bullicio de las ciudades cercanas.
Pero si prestas atención, puedes escuchar la gota del «oro líquido» de España mientras cae en los cubos que cuelgan de los troncos de los árboles.