Qué es el 6G y cómo será el camino hacia el reino de la interconectividad total

Hace más de 100 años ya se podía escuchar en La Verbena de la Paloma del maestro Bretón eso de “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”. Y sigue siendo de innegable actualidad, tanto que podríamos cantar “Sin chips no soy nada” al son de los acordes de Amaral. En las últimas décadas los prodigiosos chips hicieron irrupción en la banda sonora de nuestra vida sirviendo de corazón a dispositivos a través de los cuales nos informamos, trabajamos, nos entretenemos y nos relacionamos con otras personas.
Las matemáticas del amor: “Si tú me das un like…”
Las redes sociales son un ejemplo de ello: “Ni contigo ni sin tuit”. WhatsApp es la aplicación de mensajería instantánea más empleada en el mundo. En España lo usa el 97% de los jóvenes y el 87% de los mayores de 65 años. Vamos, que no tiene edad. Cada día se envían alrededor de 5 000 millones de emojis, casi uno por cada habitante del planeta. La aplicación Tinder, con 50 millones de usuarios, está presente en 196 países. A través de Tinder se concretan más de 26 millones de citas basadas en un algoritmo que intenta predecir personas afines y le da a cada perfil una puntuación secreta en función de una serie de variables, entre ellas, los likes que recibe. Es la matemática del amor: “Si tú me das un like lo dejo todo”.
Este año seremos más de 5000 millones de usuarios de Internet en todo el mundo con un tráfico de datos equivalente a descargar 40.000 películas cada segundo. Y una parte importante de esos datos se intercambian entre máquinas, sin la intervención de ningún ser humano, en procesos llamados M2M (machine to machine, o máquina a máquina). Los microchips son la base de que todo esto suceda.
Fly me to the moon, and let me play among the stars
El internet de las cosas (IoT) es el nuevo paradigma de la comunicación que incluye la interconectividad entre objetos (desde sensores y dispositivos mecánicos hasta objetos cotidianos como pueden ser el frigorífico, el calzado o la ropa). Esto genera un enorme campo de potenciales aplicaciones como la industria 4.0, la agricultura de precisión, los coches autónomos, las ciudades inteligentes, los wearables (dispositivos sensores incorporados a la ropa) o la domótica entre otras muchas. La casa del futuro ya está aquí: frigoríficos que hacen la compra, cepillos de dientes que nos avisan de la revisión anual… “Gracias al 5G, que me dio tanto”. Esta tendencia tecnológica va a ser imparable. El mundo físico se fusiona con el mundo digital y podemos pedirle todo: Fly me to the moon… ¡que nos lleven a la luna!
Redes de microchips interconectados para dar paso al 5G
Para extender la conectividad a una infinidad de objetos, son muchos los retos que deben abordarse a diferentes niveles. Un componente importante para habilitar el IoT es la tecnología utilizada para el intercambio de información entre varios dispositivos, es decir, las redes de comunicación.
Antenas inteligentes y chipsbeamformers
Las matrices de antenas juegan un papel muy importante en las mejoras introducidas en el despliegue de las incipientes redes 5G y en la experimental 6G, así como en las comunicaciones por satélite (SATCOM).
Entre las principales ventajas que presenta el uso de matrices de antenas están la posibilidad de direccionar el patrón de radiación electrónicamente, sin partes mecánicas, en microsegundos, y la posibilidad de generar múltiples haces de radiación. Esto se consigue controlando electrónicamente la fase de la señal recibida o emitida en cada uno de los elementos radiantes que conforman la matriz, de manera que la interferencia del campo radiado por cada una de las antenas individuales tenga los máximos o los mínimos en las posiciones deseadas, en lo que se conoce como chips beamformers.