Cómo los tulipanes le salvaron la vida a millones de personas durante la Segunda Guerra Mundial (y qué tiene que ver la actriz Audrey Hepburn en esta historia)

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También afectó a mujeres embarazadas y bebés menores de un año, con secuelas en la salud de estos niños a largo plazo.

Una aprendiz de bailarina de 16 años, que medía 1,70 metros y llegó a pesar 40,8 kilos, recordaría más tarde que sufrió asma, ictericia, anemia y otras enfermedades derivadas de la desnutrición, como el edema.

«Empieza por tus pies y cuando llega al corazón, te mueres. Conmigo estaba encima de los tobillos cuando las fuerzas aliadas nos liberaron».

Y como ella misma contó, su familia logró sobrevivir gracias al consumo de tulipanes.

Sopas de tulipán para aliviar las penurias

El gobierno neerlandés buscaba alimentos ricos en energía y nutrientes y de fácil acceso.

Durante esta etapa bélica, el cultivo de tulipanes se detuvo y había una gran reserva de bulbos sin plantar.

Así que las autoridades aprovecharon ese excedente para vender bulbos en las tiendas de comestibles y publicar recetas en revistas locales, en un esfuerzo para ayudar a la población.

La sopa de bulbos de tulipán se cocinaba durante la única hora de gas al día que se disponía.

Una de esas recetas indicaba el siguiente modo de preparación: «Añadir agua a la olla, cortar los bulbos por la mitad y retirar el germen».

«Después de eso, se rallan los bulbos en un rallador fino y preferiblemente en la olla, puesto que la pulpa se decolora rápidamente».

«Aunque los bulbos de tulipán son ricos en almidón, no espesarán la sopa como lo hace la harina».

  • «Su pulpa flota en la sopa en forma de copos. Si todavía tiene curry en polvo en casa, agregue una pizca, luego añada un poco de aceite o una pequeña cantidad de grasa. ¡Y no se olvide de la sal!».
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