4 intentos por ilustrar las «proporciones ideales» del cuerpo humano (y cómo Leonardo da Vinci llegó al «dibujo más famoso del mundo»)

Si tuvieras que dibujar una persona y te pidieran que el dibujo fuera proporcionalmente perfecto, ¿qué harías?
Ese fue el reto al que se enfrentaron todo tipo de artistas desde que el hombre empezó a pintar en las paredes de las cavernas hace más de 40.000 años: encontrar un sencillo juego de reglas que les ayudara a dibujar la figura humana lo más parecido posible a la realidad.
Las reglas -conocidas como un canon artístico- que se enseñan en las escuelas de arte hoy en día se basan en los experimentos y mediciones que hicieron cientos de visionarios a través de la historia.
Por ejemplo, uno de los métodos más utilizados para enseñar a dibujar, el Loomis, usa líneas para dividir el cuerpo en ocho partes iguales, todas de la misma medida de la cabeza. Eso quiere decir que según este método, «el cuerpo humano idealizado tiene ocho cabezas de altura, el torso tiene tres cabezas, y las piernas cuatro».
Con eso, ya podrías empezar a dibujar a tu persona proporcionalmente correcta. Simplemente ocho óvalos, uno encima del otro.