De 1910. Comenzó la restauración de una joya del art nouveau oculta detrás de un supermercado y una tienda de rubros generales

189
0
Compartir:

Casi 30 años después de firmar el convenio que la obligaba a afrontar la restauración del edificio histórico que se encontraba en el mismo predio donde desarrolla su actividad comercial, una empresa comenzó los trabajos de recuperación de la única estructura que sigue en pie construida para los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo. El inmueble, declarado Monumento Histórico Nacional en 2010, presentaba un avanzado estado de deterioro que ponía en peligro su estructura.

El Gran Pabellón Central de la Exposición Internacional Ferroviaria y de Transporte Terrestre, el edificio diseñado por el arquitecto italiano Virginio Colombo, ingresó hace pocos días en un lento proceso de puesta en valor gracias a un fallo de la Corte Suprema de la Nación que obligó a Cencosud SA saldar una vieja deuda pendiente que había adquirido cuando, en 1994, selló un acuerdo con la Dirección de Construcciones del Ejército Argentino para concesionar el predio del Estado Nacional comprendido entre la avenida Bullrich, la calle Cerviño y las vías del Ferrocarril Mitre, en el barrio porteño de Palermo.

La empresa, que cuenta allí con sucursales de las cadenas Easy y Jumbo, había presentado un recurso de queja contra la sentencia que le ordenó restaurar el edificio hasta lograr un grado de terminación similar al que el edificio poseía originalmente, incluyendo el mantenimiento de sus fachadas, ornamentos y dispositivos conexos. Después de 29 años de aquel compromiso finalmente se iniciaron las obras.

Así lo informaron a LA NACIÓN voceros de la firma que inició las actividades de restauración bajo la supervisión de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. “La empresa contrató al estudio arquitectónico Jorge Gazaneo y Asoc. junto a diversos expertos en la temática como arquitectos, arqueólogos, especialistas en monumentos históricos quienes, en conjunto con el equipo profesional interno, gestionan el trabajo que requiere la restauración”, explicaron desde Cencosud.

El Pabellón del Centenario fue uno de los 35 edificios construidos para los festejos de 1910 que se exhibieron en las distintas exposiciones internacionales y fue parte de las construcciones que se levantaron en el predio de la avenida Bullrich, en el Pabellón de Fiestas, Correos y Telégrafos, donde se ingresaba por un gran portal de acceso en estilo art nouveau. Por su calidad arquitectónica, el Pabellón del Centenario fue premiado con una medalla de oro, pero su brillo se fue perdiendo.

La estructura externa se conserva en un estado aceptable, aunque con algunas rajaduras y daños en la mampostería. El deterioro más evidente y avanzado ocurre en el interior donde ya no existen los pisos de madera, hay basura, las paredes con grafitis y los techos en descomposición. Es allí donde se iniciaron las primeras tareas de limpieza y relevamiento arquitectónico y arqueológico que acompañan el anteproyecto de las obras de restauración.

De esta forma va quedando atrás el conflicto de responsabilidades que frenaban la puesta en valor del Monumento Histórico Nacional. Antes de la intervención de la Corte Suprema, la instancia que destrabó todo, hubo contratiempos, idas y vueltas, anuncios y proyectos frustrados que pusieron al Pabellón en un limbo.

Compartir: